Blanqueamiento dental casero vs blanqueamiento dental profesional

¿Quién no se ha sentido tentado en alguna ocasión de probar un tratamiento de blanqueamiento dental casero? La publicidad puede ser muy seductora, pero conviene no tener grandes expectativas al respecto. Y es que los resultados de un blanqueamiento casero nunca serán tan satisfactorios como los de uno profesional y hoy te vamos a explicar por qué.

Muchos productos, escasa efectividad

La higiene de tu boca es muy importante. Por suerte, en el mercado encontrarás todo tipo de productos perfectos para el cepillado diario de los dientes. Sin embargo, no conviene depositar demasiada confianza en las propiedades estéticas de estas marcas comerciales porque lo cierto es que ninguno de estos geles o pastas dentales va a proporcionarte la blancura que seguramente te estás imaginando.

La efectividad de los dentífricos blanqueantes es tan limitada que la mayoría de los expertos no contemplan esta opción como alternativa para obtener una sonrisa radiante. Durante un cepillado de dientes, ninguno de los elementos de la tabla de composición de estos productos tiene el tiempo necesario para completar las reacciones químicas que favorecen a la eliminación de las manchas en los dientes. La propia Organización de Consumidores y Usuarios advierte de la escasa eficiencia de estos productos y recomienda la consulta a un especialista como la mejor opción para obtener una dentadura reluciente.

¿Y qué sucede con los productos que se compran en la farmacia? Prácticamente lo mismo, sólo que por un precio todavía más elevado. Son muchos los laboratorios farmacéuticos que se han sumado a la moda de los productos blanqueadores pero, una vez más, la popularidad del nombre se impone a la calidad de los resultados. Aunque si bien es cierto que puedes encontrar productos de efectividad media, terminarás invirtiendo más dinero de lo que te costaría una visita al dentista.

El riesgo que suponen algunas técnicas de blanqueamiento casero

Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de plantearse un blanqueamiento dental casero es el grado de conocimiento que se tiene acerca de los productos empleados. La popularidad de los “hazlo tú mismo” se puede convertir en algo muy peligroso cuando no sabes lo que te traes entre manos.

Productos como el carbón activo resultan muy eficientes con la supervisión de un profesional, pero pueden resultar extremadamente dañinos cuando se utilizan sin tener nociones en la materia, provocando daños irreversibles en el esmalte de tus dientes.

Más alarmantes aún resultan esas webs en las que se recomienda el empleo de bicarbonato e incluso de agua oxigenada como agentes blanqueantes de la dentadura. El agua oxigenada nunca debe emplearse como enjuague bucal a riesgo de poder desencadenar graves daños en la boca y la garganta e incluso cáncer. Tampoco el bicarbonato es una fórmula milagrosa. Su empleo no sólo resulta agresivo para el esmalte y las encías sino que puede provocar náuseas, migrañas e hinchazón como consecuencia de una ingesta habitual y descontrolada.

¿En qué consiste el blanqueamiento dental profesional?

blanqueamiento dientesEl uso de productos especialmente diseñados para el tratamiento de los dientes nunca va a resultar dañino para tu boca. Sin llegar a las medidas extremas y peligrosas que hemos citado anteriormente, puedes realizar tratamientos de blanqueamiento en casa sin que supongan un riesgo para tu salud, pero teniendo siempre claro que ni siquiera las fórmulas de última generación te permitirán modificar más de 6 tonos del esmalte de tu boca.
Por su parte, el blanqueamiento dental profesional sí que es capaz de aclarar tu dentadura entre 6 y 10 tonos, siempre de un modo seguro y con las garantías de calidad y eficiencia que sólo puede ofrecer un servicio especializado. Es un tratamiento odontológico en consulta realizado o supervisado por un dentista, aplicando los métodos, productos y conocimientos imprescindibles para asegurar unos resultados óptimos.

Las claves de un blanqueamiento dental en consulta

El especialista puede emplear diferentes métodos para blanquear tu dentadura, siendo la fotoactivación uno de los más utilizados en la actualidad. Se trata de un procedimiento de no más de una hora de duración que en una única sesión ofrece resultados visibles.

Es necesario realizar una valoración previa del estado de la boca ya que estos tratamientos no se pueden aplicar en el caso de que existan caries, sarro o enfermedades periodontales. Pero una vez que el odontólogo da el visto bueno, la intervención no revierte ninguna complicación.
Mediante una férula hecha a medida, se aplica el gel blanqueador sobre los dientes manteniendo asegurados los tejidos blandos de la boca (encías, lengua, paladar) y a continuación se emplea una fuente lumínica (láser o luz LED) para la fotoactivación de dicho gel, dejando que actúe entre 20 y 30 minutos en la cara vestibular de los dientes antes de proceder a una segunda aplicación.

Es un procedimiento rápido y sencillo que no presenta ningún tipo de efecto secundario. Únicamente, antes de abandonar la consulta, el dentista te recomendará una dieta de alimentos blancos durante los primero días, la disminución o eliminación del consumo de tabaco y algunas pautas de higiene. Como medida adicional y en función del estado de tus dientes, también podría sugerir continuar con el tratamiento blanqueador en casa, empleando productos específicos para ello e informándote en todo momento de cómo efectuar su correcta aplicación.

No le pongas precio a tu salud y a tu estética bucodental. Como se suele decir, lo barato puede salir muy caro, sobre todo cuando se trata de algo tan delicado como la blancura y la calidad de tu sonrisa. Si deseas tener una sonrisa resplandeciente, ve a lo seguro. Un tratamiento de blanqueamiento profesional te permitirá ahorrar tiempo y dinero y, lo más importante, obtener los resultados deseados.