El blanqueamiento dental no es malo para los dientes siempre que se realice bajo la supervisión de un odontólogo y con productos de calidad. Los riesgos aparecen cuando se utilizan técnicas caseras o kits sin control profesional, que pueden dañar el esmalte y provocar sensibilidad permanente. Bien indicado, es un procedimiento seguro y eficaz que permite mejorar la estética de la sonrisa sin comprometer la salud bucodental.
¿Realmente el blanqueamiento dental es malo o es seguro?
Existe la creencia de que el blanqueamiento dental puede debilitar o dañar los dientes, pero lo cierto es que, cuando está supervisado por un dentista, no representa un riesgo significativo. Los productos empleados en clínica están regulados, se aplican en dosis controladas y con una técnica adaptada al estado de cada paciente. Además de seguro, el blanqueamiento dental es indoloro si es realizado por un profesional, ya sea durante la intervención o en el futuro.
El esmalte dental no se “desgasta” por el blanqueamiento; lo que ocurre es que, de manera temporal, se abren los poros para permitir la acción de los agentes blanqueadores, y después se remineralizan de forma natural. Por tanto, el blanqueamiento dental es seguro si se realiza en una clínica, tras una revisión y con materiales de confianza.
¿Es bueno blanquearse los dientes bajo supervisión profesional?
Sí. Blanquearse los dientes en una clínica dental es la forma más segura de obtener resultados visibles sin comprometer la salud. Antes de iniciar el procedimiento, el odontólogo evalúa el estado de dientes y encías, descartando problemas como caries, desgaste excesivo o retracción gingival que podrían causar molestias.
Además, en consulta se emplean productos con concentraciones de peróxido ajustadas a cada caso y se aplican medidas protectoras para encías y tejidos blandos. Esto no solo garantiza un mejor resultado estético, sino que minimiza la posibilidad de efectos secundarios. En definitiva, el blanqueamiento dental profesional es beneficioso porque combina eficacia y seguridad.
Posibles efectos secundarios del blanqueamiento dental
Aunque el tratamiento es seguro, pueden aparecer efectos secundarios temporales, especialmente en pacientes con esmalte sensible o encías delicadas. A continuación se detallan los más frecuentes:
| Efecto secundario | Descripción | Duración habitual |
| Sensibilidad dental | Molestia o dolor leve al consumir frío, calor o dulces. | 24-72 horas |
| Irritación de encías | Enrojecimiento o escozor por contacto con el gel blanqueador. | 1-2 días |
| Molestias en tejidos blandos | Irritación en labios o mejillas por exposición accidental al producto. | 1-3 días |
| Riesgo de sobreblanqueamiento | Color artificial o translúcido si se abusa del tratamiento. | Evitable con control profesional |
| Daño en el esmalte (casos caseros) | Desgaste irreversible por uso de productos abrasivos o no regulados. | Permanente si no se trata a tiempo |
La mayoría de estos efectos son leves y transitorios, y desaparecen con el uso de pastas desensibilizantes y una correcta higiene bucodental.
¿Cuándo no es recomendable hacerse un blanqueamiento dental?
El blanqueamiento dental no está indicado en todos los pacientes. Hay situaciones en las que es mejor posponer o descartar el tratamiento:
- Embarazo y lactancia: no se recomienda por falta de estudios sobre la seguridad de los agentes blanqueadores.
- Menores de 16 años: el esmalte aún está en desarrollo y es más susceptible a la sensibilidad.
- Pacientes con caries, fisuras o enfermedad periodontal activa: primero se deben tratar estas condiciones.
- Personas con hipersensibilidad dental severa: el blanqueamiento puede intensificar el malestar.
- Presencia de restauraciones visibles (carillas, coronas, empastes): el blanqueamiento no modifica su color, lo que genera diferencias de tonalidad.
En todos estos casos, lo recomendable es consultar al odontólogo para valorar alternativas estéticas más seguras, como carillas o coronas.


