¿Qué elegir, blanqueamiento dental o carillas? El blanqueamiento es ideal para aclarar el tono natural cuando las manchas son leves y los dientes están sanos, mientras que las carillas se recomiendan en casos de tinciones profundas o desgaste, ya que ofrecen un resultado más duradero y una mejora estética completa.
¿Por qué los dientes pierden su color natural?
¿Tienes los dientes amarillos? Con el paso del tiempo, es habitual que los dientes pierdan su blancura original y adopten tonos amarillentos o grisáceos. Este cambio se debe a factores internos y externos que afectan al esmalte y a la dentina, modificando su transparencia y color.
Principales causas de la pérdida de color dental:
- Desgaste del esmalte (el roce diario, la edad o un cepillado demasiado fuerte lo vuelven más fino y deja ver la dentina, de tono amarillento).
- Consumo habitual de café, té, vino tinto o refrescos oscuros, cuyos pigmentos se adhieren al esmalte.
- Tabaco, responsable de tinciones persistentes por la acumulación de nicotina y alquitrán.
- Mala higiene bucodental, que favorece la acumulación de placa y sarro.
- Medicamentos y tratamientos médicos, como ciertos antibióticos o la quimioterapia, que pueden alterar el color del diente.
- Factores genéticos, ya que la tonalidad natural y el grosor del esmalte varían en cada persona.
- Traumatismos dentales, que pueden dañar la pulpa y oscurecer la pieza afectada.
En la mayoría de los casos, estos cambios no implican un problema de salud, pero sí afectan a la estética de la sonrisa, lo que lleva a muchos pacientes a buscar opciones seguras para recuperar un tono más blanco y uniforme.
¿Qué es mejor: blanqueamiento dental o carillas?
Tanto el blanqueamiento dental como las carillas dentales son tratamientos eficaces para mejorar el color de los dientes, pero se diferencian en su alcance y resultados. El blanqueamiento aclara el tono natural del esmalte mediante agentes químicos seguros, mientras que las carillas modifican directamente el color y la forma visible del diente con láminas estéticas.
En cuanto a resultados y durabilidad, el blanqueamiento ofrece un efecto inmediato que puede mantenerse entre uno y tres años, dependiendo de los hábitos del paciente. Las carillas, en cambio, proporcionan un cambio permanente, con una duración media de 10 a 15 años. El precio y mantenimiento también varían: el blanqueamiento es más económico y requiere sesiones de repaso periódicas, mientras que las carillas suponen una inversión mayor pero con un mantenimiento mínimo.
Respecto a la invasividad, el blanqueamiento no altera la estructura dental, mientras que las carillas requieren eliminar una fina capa de esmalte para su correcta adhesión. Por ello, el blanqueamiento es ideal cuando los dientes están sanos y simplemente han perdido brillo o se han oscurecido con el tiempo; las carillas son la mejor opción cuando hay manchas resistentes, desgaste o irregularidades en la forma o el tamaño de los dientes.
| Aspecto | Blanqueamiento dental | Carillas dentales |
| Objetivo | Aclarar el tono natural del esmalte | Cambiar color, forma y alineación |
| Duración | 1 a 3 años | 10 a 15 años |
| Resultado | Natural, con mejora del tono | Estético y completamente uniforme |
| Precio | Más económico | Más costoso |
| Mantenimiento | Revisiones periódicas y refuerzos | Cuidados mínimos |
| Invasividad | No requiere tallado dental | Requiere eliminar una capa de esmalte |
| Ideal para | Dientes sanos con oscurecimiento leve o moderado | Manchas profundas, desgaste o defectos estéticos |
Qué es un blanqueamiento dental y cuándo está recomendado
El blanqueamiento dental es un tratamiento estético que utiliza agentes blanqueadores seguros, normalmente peróxido de hidrógeno o de carbamida, para aclarar varios tonos el color natural del esmalte. Estos compuestos eliminan las pigmentaciones acumuladas en la superficie y el interior del diente sin dañar su estructura.
Se puede realizar en clínica (con luz LED o láser para potenciar el efecto) o de forma ambulatoria (mediante férulas personalizadas con gel blanqueador). En muchos casos, el tratamiento combinado ofrece los mejores resultados.
Está especialmente recomendado en pacientes con dientes sanos y sin restauraciones visibles, que presentan un oscurecimiento leve o moderado por edad, consumo de café, té, vino o tabaco. No se aconseja cuando existen manchas profundas por tetraciclinas o desgaste severo del esmalte, ya que el cambio de tono sería limitado.
Qué son las carillas dentales y cuándo conviene colocarlas
Las carillas dentales son finas láminas de porcelana o composite que se adhieren a la parte frontal de los dientes para mejorar su color, forma, tamaño o alineación. Se fabrican a medida para cada paciente, logrando una apariencia natural y uniforme.
Su colocación requiere eliminar una mínima capa de esmalte (en el caso de las de porcelana) para asegurar la correcta adhesión. Las de composite, por su parte, suelen ser más conservadoras y se aplican directamente sobre el diente, moldeándose en clínica.
Este tratamiento está indicado cuando los dientes presentan manchas resistentes al blanqueamiento, desgaste, fracturas o irregularidades estéticas. También es ideal para quienes buscan un cambio más duradero y global en su sonrisa, ya que las carillas mantienen su color y brillo durante más de una década con los cuidados adecuados.
¿Qué es más agresivo: el blanqueamiento o las carillas?
El blanqueamiento dental es un tratamiento mínimamente invasivo, ya que no modifica la estructura del diente. Los productos utilizados actúan sobre el esmalte para aclarar su tono, siempre bajo control profesional y con concentraciones seguras. Puede provocar una ligera sensibilidad temporal, pero desaparece en pocos días y no deja secuelas si se realiza correctamente.
Las carillas dentales, en cambio, implican un procedimiento más agresivo. En la mayoría de los casos es necesario retirar una fina capa del esmalte para que las láminas se adhieran con firmeza y se integren de forma natural en la sonrisa. Aunque es un tratamiento seguro, ese desgaste es irreversible, por lo que requiere una valoración precisa y personal del odontólogo antes de realizarlo.
En resumen, el blanqueamiento es una opción más conservadora para aclarar el color natural, mientras que las carillas suponen una transformación estética más profunda y duradera, pero con una mínima pérdida de estructura dental.
¿Se puede hacer primero un blanqueamiento y luego colocar carillas?
Sí, y de hecho es una práctica habitual en estética dental. Realizar primero un blanqueamiento profesional permite aclarar el tono base de los dientes naturales, de modo que las carillas que se coloquen después puedan fabricarse en un color más claro y uniforme.
Sin embargo, el proceso debe estar planificado por el odontólogo, ya que un blanqueamiento posterior podría afectar la adhesión o el color final de las carillas. Por eso, el orden correcto es: primero blanquear, esperar a que el color se estabilice (normalmente entre 10 y 15 días) y luego diseñar y colocar las carillas.
Esta combinación de tratamientos ofrece resultados más naturales y estéticamente equilibrados, especialmente cuando se busca una sonrisa clara, armónica y de aspecto saludable.

